En 2021 el gobierno federal quiere otorgar a la petrolera nacional Pemex su presupuesto más alto desde 2015, de acuerdo con registros de la Secretaría de Hacienda y los documentos publicados por la dependencia esta tarde.
Si así lo aprueba la Cámara de Diputados, el año que viene la petrolera nacional podrá disponer de un presupuesto de 544,598 millones de pesos (mdp). En 2020, Pemex contó con un presupuesto aprobado de 523,425 millones de pesos.
Esta cantidad, se lee en la exposición de motivos, permitirá a la compañía continuar con sus procesos productivos, de distribución y de comercialización de petróleo y sus derivados, así como llevar a cabo la rehabilitación de las refinerías y la construcción de la refinería Dos Bocas.
Del total del gasto, 352,613 millones de pesos serán destinados a los programas de inversión, en donde Pemex Exploración y Producción, la filial de la compañía encargada de la extracción de hidrocarburos, tendrá 289,859 millones de pesos.
El gobierno federal estima para el próximo año una producción de 1,857,000 barriles de petróleo al día. Sin embargo, en uno de los documentos la Secretaría de Hacienda asegura que de aprobarse este gasto la producción de la compañía podría ser de 1,944,000 barriles diarios.
“Con la asignación presupuestaria en el gasto de inversión Pemex estima que logrará una producción de 1,944,000 barriles diarios y 5,623,000 millones de pies cúbicos de gas natural”, se lee en la exposición de motivos de Hacienda.
De acuerdo con el plan de negocios de la petrolera, para 2021 ésta debía de sumar una producción de 2,021,000 barriles de petróleo crudo al día.
Aunque por meses la administración logró una estabilización en la producción de crudo después de meses de caídas continuas, en julio pasado la petrolera nacional sumó cuatro meses a la baja y reportó una producción de 1,595,000 barriles de crudo al día, su cifra más baja en casi 41 años.
El actual gobierno no ha logrado mejorar la situación financiera de Pemex. En los primeros seis meses de este año, la petrolera sumó pérdidas por 606,587 millones de pesos, derivado principalmente de una depreciación cambiaria y de los efectos de la emergencia sanitaria por coronavirus, que hundió los precios internacionales del petróleo y la demanda nacional e internacional de hidrocarburos.
Las pérdidas del primer semestre del año son 75% mayores a las registradas en todo el 2019, cuando vio una cifra negativa por 346,135 millones de pesos.